Globalización y sociedad...
Quiero enfocar mi opinión sobre globalización y sociedad a partir de dos ejes particulares que son más que evidentes en las prácticas sociales actuales: nuestra posición actual ante la información y el razonamiento laboral que se tiene a partir de una perspectiva organizacional instrumental. Me parece que, aludiendo y explicando un poco estos dos fenómenos, se tiene más que suficiente material para evidenciar la parte negativa de la globalización, el camino hacía el desastre que está siguiendo la sociedad en los años más recientes.
Antoni Brey, prestigiado ingeniero de telecomunicaciones, es autor de un famoso ensayo denominado "La Sociedad de la ignorancia", en donde realiza una serie de razonamientos, increíblemente interesantes todos ellos, que cuestionan de manera paradójica las pautas por las cuales esta sociedad es denominada como "la Sociedad del Conocimiento", asumiendo que los demoledores avances tecnológicos nos han colocado en una lógica que Gilles Lipovetsky denomina como "tiempos hipermodernos", donde todo funciona de modo "hiper": hipermedios, hipercapitalismo, hiperclase, hiperterrorismo, etc. Los tiempos hipermodernos, según Antoni Brey, han venido a nosotros quizá en un momento en el que aún no estamos preparados, tanto en cuestiones de habilidades/capacidades como en cuestiones afectivas/valores.
No cabe duda de que lo que caracteriza a nuestra sociedad en este tiempo es la velocidad y las cantidades de información que a diario se producen, procesan y circulan en el ambiente principalmente virtual. A diario somos expuestos ante toneladas de información, una exposición ante la cual, sin duda, no sabemos enfrentar. Se produce más información de la que podemos procesar o digerir, lo que habitualmente se conoce como "information glut" o atosigamiento de información. Millones de personas de todas las regiones, edades, ideología y estratos sociales conviven y contribuyen (en mayor o menor medida) subiendo archivos de audio, video, textos, ensayos, pensamientos, etc. Cada eje temático tiene cientos de posibles alternativas de abordaje que están frente a nosotros, en nuestras manos.
Esta hiperconexión desbocada exige la creación de una serie de cambios en la manera en que actuamos y en la manera en cómo pensamos las cosas. Uno de los principales retos ante este panorama es el de la gestión de una cultura de la información, una manera de pensar a la información que nos permita clasificar, ordenar, jerarquizar y categorizar la misma. Lo anterior no sólo nos permitirá aspectos de orden y clasificación, sino también una cualidad que hoy en día resultaría de primordial importancia: la capacidad de discriminación de la información. A la larga, ante estas dos nuevas formas de pensar al entorno, devendrá una postura mucho más crítica y racional ante la misma.
Por otro lado, este contexto coloca al individuo ante una posición de renuncia e indeferencia al conocimiento como si mismo. El panorama es tan amplio e inimaginable, "hay tanto de donde escoger", tantos sitios a los que se puede acceder, que provoca desmotivación la idea de acceder al conocimiento por el simple hecho o deseo de hacerlo. Es así que, el individuo, se ha preocupado únicamente por generar un conocimiento que a la larga le brinde remuneraciones económicas y laborales, entrando en el juego de la lógica capitalista que rige a la sociedad actualmente. Este fenómeno, conocido como el "conocimiento mercantilizado" trae consigo varias consecuencias muy graves, que en última instancia, terminarán por derribar la concepción occidental que se tiene del individuo como la pieza central del funcionamiento del mundo. Para dejar paso a la concepción de la organización como eje primordial del funcionamiento del mundo y al individuo como un ente desechable e imprescindible. Nos acercamos pues, en última instancia, a la disolución total del ser humano.
La actual "sociedad global" exige entonces, una dinámica que pueda generar una consciencia y cultura hacia los futuros protagonistas que recibirán el timón de su funcionamiento. Una cultura que los motive y prepare para evitar este tipo de adversidades y el fatal destino que puede vislumbrarse.
Antoni Brey, prestigiado ingeniero de telecomunicaciones, es autor de un famoso ensayo denominado "La Sociedad de la ignorancia", en donde realiza una serie de razonamientos, increíblemente interesantes todos ellos, que cuestionan de manera paradójica las pautas por las cuales esta sociedad es denominada como "la Sociedad del Conocimiento", asumiendo que los demoledores avances tecnológicos nos han colocado en una lógica que Gilles Lipovetsky denomina como "tiempos hipermodernos", donde todo funciona de modo "hiper": hipermedios, hipercapitalismo, hiperclase, hiperterrorismo, etc. Los tiempos hipermodernos, según Antoni Brey, han venido a nosotros quizá en un momento en el que aún no estamos preparados, tanto en cuestiones de habilidades/capacidades como en cuestiones afectivas/valores.
No cabe duda de que lo que caracteriza a nuestra sociedad en este tiempo es la velocidad y las cantidades de información que a diario se producen, procesan y circulan en el ambiente principalmente virtual. A diario somos expuestos ante toneladas de información, una exposición ante la cual, sin duda, no sabemos enfrentar. Se produce más información de la que podemos procesar o digerir, lo que habitualmente se conoce como "information glut" o atosigamiento de información. Millones de personas de todas las regiones, edades, ideología y estratos sociales conviven y contribuyen (en mayor o menor medida) subiendo archivos de audio, video, textos, ensayos, pensamientos, etc. Cada eje temático tiene cientos de posibles alternativas de abordaje que están frente a nosotros, en nuestras manos.
Esta hiperconexión desbocada exige la creación de una serie de cambios en la manera en que actuamos y en la manera en cómo pensamos las cosas. Uno de los principales retos ante este panorama es el de la gestión de una cultura de la información, una manera de pensar a la información que nos permita clasificar, ordenar, jerarquizar y categorizar la misma. Lo anterior no sólo nos permitirá aspectos de orden y clasificación, sino también una cualidad que hoy en día resultaría de primordial importancia: la capacidad de discriminación de la información. A la larga, ante estas dos nuevas formas de pensar al entorno, devendrá una postura mucho más crítica y racional ante la misma.
Por otro lado, este contexto coloca al individuo ante una posición de renuncia e indeferencia al conocimiento como si mismo. El panorama es tan amplio e inimaginable, "hay tanto de donde escoger", tantos sitios a los que se puede acceder, que provoca desmotivación la idea de acceder al conocimiento por el simple hecho o deseo de hacerlo. Es así que, el individuo, se ha preocupado únicamente por generar un conocimiento que a la larga le brinde remuneraciones económicas y laborales, entrando en el juego de la lógica capitalista que rige a la sociedad actualmente. Este fenómeno, conocido como el "conocimiento mercantilizado" trae consigo varias consecuencias muy graves, que en última instancia, terminarán por derribar la concepción occidental que se tiene del individuo como la pieza central del funcionamiento del mundo. Para dejar paso a la concepción de la organización como eje primordial del funcionamiento del mundo y al individuo como un ente desechable e imprescindible. Nos acercamos pues, en última instancia, a la disolución total del ser humano.
La actual "sociedad global" exige entonces, una dinámica que pueda generar una consciencia y cultura hacia los futuros protagonistas que recibirán el timón de su funcionamiento. Una cultura que los motive y prepare para evitar este tipo de adversidades y el fatal destino que puede vislumbrarse.
1 Comments:
Bien por tu punto de vista ante un fenómeno actual y que parece no tener marcha atrás.
Julio.
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