Wednesday, October 27, 2010

Media Ecology... (Neil Postman).

"...No vemos la realidad como es, sino como nuestros lenguajes. Y nuestros lenguajes son nuestros medios de comunicación. Nuestros medios de comunicación son nuestras metáforas. Nuestras metáforas crean el contenido de nuestra cultura..."

-Neil Postman (1934 - 2003).



¿Qué es Media Ecology?
Es una directriz (y en ocasiones considerada como una línea de investigación en si misma) creada por el catedrático Neil Postman, considerado como uno de los más célebres herederos de la escuela de McLuhan. Básicamente se busca enfatizar en la manera en cómo los medios de comunicación afectan las percepciones de los seres humanos, moldeando su pensamiento, su cultura, sus acciones y su manera de ver la realidad y cómo estás relaciones con los medios, estimulan nuestras posturas hacia la vida misma.
Pero la diferencia, es que Neil Postman no asume a los medios de comunicación únicamente como aquellas industrias o recursos tecnológicos como se asume regularmente, sino que desde su postura, los medios de comunicación también se centran en el lenguaje y el pensamiento, es decir, la manera en cómo representamos la realidad, la cual se distancia mucho de lo que es la realidad real. El lenguaje, en este aspecto, sería nuestra forma simbólica que utilizamos para representarla. "...No podemos ver la realidad tal y como es, sino que la vemos a través de nuestros lenguajes, y esos lenguajes son nuestros medios de comunicación, es decir, son nuestros medios para comunicarnos con la realidad..."

Globalización y sociedad...

Quiero enfocar mi opinión sobre globalización y sociedad a partir de dos ejes particulares que son más que evidentes en las prácticas sociales actuales: nuestra posición actual ante la información y el razonamiento laboral que se tiene a partir de una perspectiva organizacional instrumental. Me parece que, aludiendo y explicando un poco estos dos fenómenos, se tiene más que suficiente material para evidenciar la parte negativa de la globalización, el camino hacía el desastre que está siguiendo la sociedad en los años más recientes.

Antoni Brey, prestigiado ingeniero de telecomunicaciones, es autor de un famoso ensayo denominado "La Sociedad de la ignorancia", en donde realiza una serie de razonamientos, increíblemente interesantes todos ellos, que cuestionan de manera paradójica las pautas por las cuales esta sociedad es denominada como "la Sociedad del Conocimiento", asumiendo que los demoledores avances tecnológicos nos han colocado en una lógica que Gilles Lipovetsky denomina como "tiempos hipermodernos", donde todo funciona de modo "hiper": hipermedios, hipercapitalismo, hiperclase, hiperterrorismo, etc. Los tiempos hipermodernos, según Antoni Brey, han venido a nosotros quizá en un momento en el que aún no estamos preparados, tanto en cuestiones de habilidades/capacidades como en cuestiones afectivas/valores.


No cabe duda de que lo que caracteriza a nuestra sociedad en este tiempo es la velocidad y las cantidades de información que a diario se producen, procesan y circulan en el ambiente principalmente virtual. A diario somos expuestos ante toneladas de información, una exposición ante la cual, sin duda, no sabemos enfrentar. Se produce más información de la que podemos procesar o digerir, lo que habitualmente se conoce como "information glut" o atosigamiento de información. Millones de personas de todas las regiones, edades, ideología y estratos sociales conviven y contribuyen (en mayor o menor medida) subiendo archivos de audio, video, textos, ensayos, pensamientos, etc. Cada eje temático tiene cientos de posibles alternativas de abordaje que están frente a nosotros, en nuestras manos.

Esta hiperconexión desbocada exige la creación de una serie de cambios en la manera en que actuamos y en la manera en cómo pensamos las cosas. Uno de los principales retos ante este panorama es el de la gestión de una cultura de la información, una manera de pensar a la información que nos permita clasificar, ordenar, jerarquizar y categorizar la misma. Lo anterior no sólo nos permitirá aspectos de orden y clasificación, sino también una cualidad que hoy en día resultaría de primordial importancia: la capacidad de discriminación de la información. A la larga, ante estas dos nuevas formas de pensar al entorno, devendrá una postura mucho más crítica y racional ante la misma.

Por otro lado, este contexto coloca al individuo ante una posición de renuncia e indeferencia al conocimiento como si mismo. El panorama es tan amplio e inimaginable, "hay tanto de donde escoger", tantos sitios a los que se puede acceder, que provoca desmotivación la idea de acceder al conocimiento por el simple hecho o deseo de hacerlo. Es así que, el individuo, se ha preocupado únicamente por generar un conocimiento que a la larga le brinde remuneraciones económicas y laborales, entrando en el juego de la lógica capitalista que rige a la sociedad actualmente. Este fenómeno, conocido como el "conocimiento mercantilizado" trae consigo varias consecuencias muy graves, que en última instancia, terminarán por derribar la concepción occidental que se tiene del individuo como la pieza central del funcionamiento del mundo. Para dejar paso a la concepción de la organización como eje primordial del funcionamiento del mundo y al individuo como un ente desechable e imprescindible. Nos acercamos pues, en última instancia, a la disolución total del ser humano.

La actual "sociedad global" exige entonces, una dinámica que pueda generar una consciencia y cultura hacia los futuros protagonistas que recibirán el timón de su funcionamiento. Una cultura que los motive y prepare para evitar este tipo de adversidades y el fatal destino que puede vislumbrarse.

Anthony Giddens: Un mundo desbocado.

Cuando aparecen los evangelios, fuente de un discurso de paz individual y colectiva y de convivencia sana y solidaria, nadie se imaginó que estos evangelios provocarían infinidad de muertes durante todos los años venideros (y hasta la fecha lo siguen haciendo). Seguramente la sagrada palabra del señor de los cielos ha provocado mucho más muertes que un puñado de bombas atómicas, a pesar por supuesto de sus nobles e interesantes intenciones. El dinero, por otro lado, puede ser la semilla de acciones nobles y orientadas al crecimiento y desarrollo humano, pero también un elemento de corrupción, exclusión y discriminación desbocado.

A partir de esto, se puede decir que tanto la religión como el dinero, son tan buenos y tan malos de acuerdo a la forma en que son empleados... utilizados. La lógica de la sociedad globalizada según Giddens, opera de la misma manera:

Por un lado, de acuerdo a Giddens, la globalización va más allá de cambios económicos radicales. Según se apunta, la globalización debe ser entendida de manera más compleja, es decir, como una lógica de cambios también tecnológicos y culturales. Estos cambios (que se desarrollan y reflejan desde ámbitos tan particulares como la sexualidad, la educación o la familia) conviven y tienen una mediación entre sí. La tecnología por ejemplo, ha sacudido y revolucionado las maneras de comunicación entre los seres humanos, así como la posición de estos ante la información. Ahora ya es posible interactuar con personas de todo tipo de contextos y países desde la comodidad del hogar, las relaciones sociales se han vuelto atemporales y con una flexibilidad descomunal en cuestiones de territorio. Estos cambios tecnológicos acelerados desvanecen las barreras geográficas que antes eran acotadas mediante líneas territoriales. Por lo tanto, el avance tecnológico provoca cambios culturales en los individuos.

Para Giddens, (y relacionándolo con el primer razonamiento de este texto), la instauración de una "sociedad global" puede beneficiar o perjudicar a partir de los modos en que nos desarrollemos en estas prácticas. Puede servir como una nueva oportunidad de acercarnos más como individuos, desarrollar la solidaridad de la convivencia en grupo, generar esta cuestión de cercanía entres los hombres, pero a su vez, generar la diversidad propia del ser humano. Pero también, si seguimos con las formas de operar que se han retomado hasta la actualidad, nos dirigimos hacía una pérdida de los valores, la cultura, la identidad y hacía brechas económicas que, en sus últimas instancias, terminarán por incrementar en desmedida la discriminación y exclusión humana.